La mayoría de las fuerzas kurdo sirias respaldadas por EE UU se replegaron ayer al este del río Éufrates, como solicitaba Turquía, para prepararse para un eventual ataque contra la ciudad de Al Raqa, considerada por el Estado Islámico (EI) como su capital en Siria, según informó la agencia estatal turca "Anadolu".

Por su parte, los rebeldes respaldados por los blindados turcos continuaron su avance tras tomar la ciudad de Yarabulus. El primer ministro otomano, Binali Yildirim, insistió en que todo el área fronteriza siria en la ribera occidental del Éufrates debía ser "limpiada" de elementos "terroristas", tanto del EI como de las milicias kurdas.Turquía ha repetido en varias ocasiones que su línea roja era el río Éufrates y que, si las milicias kurdas conquistaban territorios al oeste de esa vía fluvial, tal como había sucedido, iba a tomar cartas en el asunto.

Por otro lado, ayer se conoció el contenido de un informe de la ONU en el que se pone de manifiesto el empleo de armas químicas en Siria tanto por el ejército de Bachar al Asad como por el Estado Islámico. El texto señala "claramente" que fuerzas sirias y efectivos del EI perpetraron ataques químicos en el país, según adelantó el representante adjunto de Francia ante Naciones Unidas, Alexis Lamek. El informe será discutido el próximo día 30 en el Consejo de Seguridad, donde se espera que algunos miembros pidan sanciones a los responsables de esos ataques.