La canciller alemana, Angela Merkel, defendió ayer su política ante la crisis de los refugiados pese al fuerte varapalo que ha recibido en las elecciones regionales del "land" de Mecklemburgo-Antepomeriana, donde ella misma tiene su distrito electoral en las elecciones generales. A sólo un año de las próximas legislativas federales, su partido, la CDU, dejó de ser la primera fuerza de la derecha para ceder esa plaza a los populistas nacionalistas y xenófobos de la AfD (Alternativa para Alemania).

Las elecciones fueron ganadas por los socialdemócratas del SPD (30,6%), que bajaron cinco puntos tras diez años gobernando en coalición con la CDU. En segundo lugar se situó la AfD (20,8%), por delante de la formación de Merkel (19%). La AfD se hizo con todo el espacio a la derecha de la CDU, ya que también logró expulsar del Parlamento regional a los neonazis del NPD (3%), que no sobrepasaron el listón del 5% y en la anterior legislatura tenían cinco diputados. También quedaron fuera Los Verdes (4,8%), mientras que La Izquierda -suma de poscomunistas y una escisión del SPD- quedó cuarta (13.2%).

Aunque, con toda probabilidad, estos resultados no impedirán a SPD y CDU reeditar su coalición de Gobierno, Merkel declaró desde Pekín, donde ayer participaba en la cumbre del G-20, estar "muy descontenta" y admitió su parte de responsabilidad en los resultados, ya que la campaña giró en torno a temas nacionales, como la crisis de los refugiados y el reto de su integración. Horas antes, la CDU había calificado los datos electorales de "muy duros".

Merkel, respaldada por teleconferencia por la cúpula de su partido, se propuso como tarea "convencer" a los ciudadanos de que el camino emprendido por su Ejecutivo es el correcto. Máxime cuando las encuestas la siguen situando en cabeza para las elecciones de 2017.

Desde el bando de los grandes triunfadores de la jornada, la líder de la AfD, Frauke Petry, interpretó su éxito como una derrota personal de Merkel y como el punto que marca "el principio del fin" de los cristianodemócratas. Petry afirmó que "la señora Merkel se derroca a sí misma" y atribuyó el éxito de su formación a los errores políticos de la gran coalición de conservadores y socialdemócratas, a la que acusó de "ignorancia" y "perpetua arrogancia".