Diez meses después de las últimas elecciones en Croacia, la victoria hoy de los conservadores en los comicios anticipados abre la puerta a la repetición de la misma coalición de Gobierno de centro-derecha creada el pasado enero que duró sólo seis meses.

El escrutinio completo de los votos emitidos en las elecciones parlamentarias anticipadas del domingo ha confirmado hoy la victoria de la conservadora Unión Democrática Croata (HDZ), con la que se prolonga el virtual empate de bloques políticos en el país balcánico.

La HDZ, encabezada por su nuevo líder, Andrej Plenkovic, cuenta ahora con 61 de los 151 escaños del Parlamento, dos más que antes, frente a los 54, dos menos que antes, de su principal rival, el Partido Socialdemócrata SDP, del exprimer ministro, Zoran Milanovic.

Este resultado ha volteado la previsión de los sondeos a pie de urna, que hablaron primero de una victoria socialdemócrata por un sólo escaño y luego de un empate a 57 diputados.

"Garantizo que el futuro Gobierno croata será estable, en provecho de los ciudadanos croatas, orientado a Europa, como nos han aconsejado nuestros amigos del Partido Popular europeo", manifestó Plenkovic al anunciar su victoria.

Sus prioridades será la estabilidad política, el Estado de derecho, el desarrollo económico y la justicia social, prometió.

El tercer partido más votado ha sido el centrista Most. Si su estreno electoral el pasado noviembre fue un rotundo éxito con 19 diputados, ahora se han quedado con 12, lo que no le impedirá seguir siendo clave para la gobernabilidad.

Tras las últimas elecciones, ganadas por el SPD, Most formó con los conservadores de la HDZ un inestable Gobierno que se vino abajo a los seis meses en medio de fuertes disensiones.

El resto del arco parlamentario lo forman el partido anarquista Zivi zid, con ocho escaños; el IDS, tradicional socio de los socialdemócratas, con cuatro; la lista del alcalde de Zagreb, Milan Bandic, con dos; el derechista HDSSB, uno; y otro la derechista Lista independiente Zeljko Glasnovic, una escisión de la HDZ.

Además, se reserva ocho para las minorías.

"Este no ha sido un día feliz para Croacia. Durante ocho meses hemos tenido un Gobierno inestable, destructivo. Eso no debe repetirse. Croacia no puede volver a repetir un experimento", lamentó Milanovic, pese a advertir que el resultado es muy ajustado y que habrá que esperar al recuento definitivo.

Otro alto cargo de las filas del SDP, Fred Matic, no ocultó su decepción por lo que entiende es la vuelta a la situación tras noviembre: una inestable coalición entre Most y la HDZ, con la diferencia de que este partido lo lidera ahora Plenkovic, más moderado y menos nacionalista que su antecesor.

"Hemos tenido que gastar 150 millones de kunas (20 millones de euros) sólo para cambiar a una persona", comentó Matic.

Plenkovic, jurista, diplomático y actualmente eurodiputado, sustituyó en junio al frente de la HDZ a Tomislav Karamarko, que dimitió después de un escándalo de conflicto de intereses y tras provocar la caída del Gobierno.

Con la calculadora en la mano, la HDZ podría contar con Most, Bandic, y las minorías, lo que le daría una mayoría de 83 diputados, bien por encima de los 76 que aseguran la mayoría absoluta.

Un Gobierno inestable, según los analistas económicos, tendría difícil ejecutar las difíciles reformas necesarias para sacar adelante a una de las economías más débiles de la Unión Europea.

La economía croata salió en 2015 de una recesión de seis años durante los que se contrajo un 12 por ciento.

Este año el crecimiento podría pasar del 2 por ciento, mientras que el paro alcanza un 16 por ciento y la deuda pública supera el 87 por ciento del PIB.

"Para poder ir devolviendo sus deudas sin caer en apuros, y en 2017 llegan unas cuotas que vencen muy altas, Croacia necesitaría tener un crecimiento anual del 5 o el 6 por ciento", comentó a Efe el profesor de la Facultad de Economía de Zagreb Velimir Srica, experto del Banco Mundial.

Opinó que un Gobierno inestable no sería capaz de realizar verdaderas reformas, necesarias especialmente en la Administración pública, la educación y el sistema fiscal.