El Poder Electoral venezolano anunció ayer de madrugada (hora española) que un eventual referéndum revocatorio contra el presidente Maduro se hará "a mediados del primer trimestre de 2017". Es la primera vez que las autoridades chavistas sugieren una fecha para una consulta que, de celebrarse con posterioridad al diez de enero próximo, no exigirá, en caso de ser perdida por Maduro, la convocatoria de nuevas elecciones presidenciales.

De acuerdo con la ley que regula el referéndum, si éste se hace en la segunda mitad del mandato presidencial y el jefe del Estado es derrotado, simplemente será sustituido por el vicepresidente, en este caso Aristóbulo Istúriz, quien gobernaría de modo interino hasta 2019.

Para que el mandato presidencial llegue a su fin deben votar contra Maduro un número igual o superior de electores a los que apoyaron su elección, esto es, 7,5 millones, con una participación mínima del 25% del censo, unos 4,8 millones.

La sugerencia de una fecha para el revocatorio se hizo con motivo de la difusión del calendario para activar la consulta, cuyo siguiente paso ha de ser la recogida de un número de firmas equivalente al 20% de los electores -unos cuatro millones de personas-, lo que se hará entre el 26 y el 28 del próximo mes de octubre.

Tras ver como sus peores temores se van cumpliendo, los opositores explicaron que están discutiendo los siguientes pasos a dar, aunque ya adelantaron que "viene una protesta masiva, pacífica y contundente, en defensa de la Constitución" porque, sostuvieron, "lo que se está lesionando no es el interés electoral de un sector, sino el pacto de convivencia de los venezolanos".