El candidato republicano a la Casa Blanca, Donald Trump, invitó ayer al último debate con su rival demócrata, Hillary Clinton, al hermanastro del presidente, Barack Obama, y a la madre de uno de los fallecidos en el ataque de 2012 al consulado estadounidense en Bengasi (Libia), uno de los momentos más críticos de Clinton en su etapa en la Secretaría de Estado. Al debate, que se celebró la pasada madrugada y es el último antes de la votación del 8 de noviembre, Trump llegó con los sondeos en contra tras sus recientes escándalos sexuales y sus insinuaciones de fraude electoral. Según la media ponderada de las últimas encuestas que elabora el sitio de referencia Real Clear Politics, la ventaja de Clinton es de 6,5 puntos.