Las autoridades turcas han despedido a más de 10.000 funcionarios públicos por supuestos vínculos con el influyente clérigo turco Fetulá Gulen, mediante un nuevo decreto gubernamental publicado este sábado.

Este mismo domingo se informó de la detención de dieciocho pilotos militares más por su implicación en el golpe de Estado fallido del pasado mes de julio, tras la emisión el jueves de órdenes judiciales de detención contra 73 pilotos: 71 tenientes y dos coroneles, según informa la agencia de noticias turca Anatolia.

Miles de académicos, profesores y trabajadores sanitarios se encuentran entre los últimos trabajadores públicos que han sido expulsados de sus cargos mediante la ley de emergencia publicado por la Gaceta Oficial turca.

Las autoridades de Ankara han detenido formalmente a más de 37.000 personas y ya han despedido o suspendido a 100.000 funcionarios públicos, entre jueces, fiscales, policías y otros trabajadores, en una serie de purgas sin precedentes que el Gobierno considera necesarias para marginar a los seguidores de Gulen, al que el Gobierno acusa de estar detrás del golpe fallido, de puestos importantes en la administración turca.