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MARTA FERNÁNDEZ SUÁREZ | Ovetense, desde el año 2000 vive en Cambridge (Massachusetts) con su marido y sus dos hijos

"La moral debería estar por encima de la política"

La victoria de Trump es "un espejo de la falta de valores que sufre nuestra sociedad"

Marta Fernández Suárez, en Washington.

Marta Fernández Suárez es ovetense y vive desde el año 2000 en Cambridge (Massachusetts) junto a su marido y sus hijos Telmo y Kira, de 5 y 3 años. La asturiana es vicepresidenta de I+D de una starp-up, cuyo trabajo se basa en desarrollar sistemas portátiles de diagnóstico clínico para facilitar la descentralización de los sistemas de salud. Este es su conmovedor relato sobre el triunfo del magnate republicano en las elecciones de Estados Unidos.

"Creo que Donald Trump ha ganado porque habíamos subestimado los diferentes grupos de votantes que le apoyarían. Por un lado, están los que aquí llaman "blue collar", que le votan porque están cansados del "establishment" de Washington. Desde su punto de vista, tanto republicanos como demócratas han promovido políticas de comercio que les han llevado a perder su trabajo o a ganar menos hoy de lo que ganaban hace años. El segundo grupo lo forman los republicanos convencidos, que simplemente "no están dispuestos a aceptar otros cuatro años de Obama" (esta frase la he leído). Por último, están los extremistas misóginos y racistas, que ya sabíamos que le iban a votar.

Para mí, el problema es que el sistema ha fallado dejando que Donald Trump llegase tan lejos; simplemente, no debería haber llegado nunca a ser candidato. Ahora no nos queda otra que aceptar los resultados, porque así es la democracia. Pero estoy profundamente triste y decepcionada. Me duele porque, para mí, la moral y los valores deberían estar por encima de la posición política. Trump ha demostrado en los últimos meses (y a lo largo de toda su vida, en realidad) que no respeta a los seres humanos. Durante los meses de campaña electoral ha mentido e insultado a la gran mayoría de la población: mujeres, musulmanes, latinos, homosexuales, personas con minusvalías... Que una persona así, independientemente de sus ideales políticos llegue a convertirse en el máximo representante de Estados Unidos, es un espejo de la condición humana y la falta de valores de nuestra sociedad. Éste no es el mundo en el quiero que crezcan mis hijos. Supongo que nos habíamos hecho falsas ilusiones de que habíamos avanzado. ¡Si hasta teníamos a una mujer candidata a la presidencia de EE.UU.! Pero hoy todas nuestras ilusiones han naufragado.

Con respecto a las consecuencias de estos resultados, prefiero ser optimista y confiar en que el sistema y las instituciones estadounidenses serán capaces de contener la locura de las propuestas de Trump. Quién sabe, incluso él mismo es capaz de ponerse a la altura; o por lo menos, de subir un poco más. Lo que está claro es que el gobierno republicano tiene el control absoluto de todas las instituciones. Como dicen mis amigos estadounidenses: "Today we mourn, tomorrow we fight" (Hoy lloramos, mañana luchamos)".

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