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El populismo y la falsa receta mágica

Los sociólogos y politólogos alertan de las "mentiras" y la demagogia de la nueva política y alertan ante el riesgo de expansión del "efecto Trump" a Europa

El populismo y la falsa receta mágica

El triunfo del republicano Donald Trump ha sido interpretado como la victoria del populismo. Pero ¿qué es el populismo? ¿qué significa y que connotaciones tiene? Sociólogos y politólogos coinciden en que representa el rechazo y resentimiento hacia la élite política, a la que quiere desalojar y para lo que utiliza "falsedades" ofreciendo soluciones "mágicas" y "sencillas" a problemas muy complejos. Suele encontrar sus apoyos en personas con baja formación y también de clase media o media baja que han sufrido las consecuencias de la crisis, aunque también puede atraer a personas de otros estratos sociales. Y advierten del efecto Trump en Europa, que en unos meses empezará a vivir procesos electorales en varios países. El primero, Francia.

El catedrático y doctor en Sociología Rodolfo Gutiérrez, comparó el populismo con una hidra, un animal con muchas cabezas. "Las situaciones de malestar e incertidumbre las canaliza ofreciendo soluciones mágicas a graves problemas que, cuando las aplican, suelen provocar un problema mayor". En su opinión, los populistas "se mueven mejor en la denuncia que en ofrecer soluciones.". Según el profesor Gutiérrez, los populismos "no son un fenómeno exclusivo de los deprimidos, sino de los antisistema". Además, la comunicación política "les favorece más, porque en tiempos de crisis es más atractivo. Se ha hecho rápida, emocional, basada en la imagen y en las nuevas tecnologías, y eso lo manejan muy bien".

El sociólogo Hans van den Broek, profesor de la Universidad de Oviedo, explicó que la principal característica del populismo es el rechazo a la élite política y al sistema político establecido, "a la casta". "El electorado estadounidense rechaza la interferencia del estado federal, a Washington. La gente se identifica con su tierra y con su estado como máximo. Pero el populismo lo primero que hace es utilizar el componente nacionalista para unir a los ciudadanos frente a algo que rechazan. Eso se da en EE UU, pero lo estamos viendo también en Europa: en Francia, Alemania, Holanda, Austria... Llaman a la unión frente a Bruselas". Otra característica del populismo es "el sentimiento de nostalgia de un país fuerte, en el que había empleo y riqueza, y no globalización, deslocalizaciones, paro e inmigrantes". Y es que, añadió el profesor, votaron a Trump porque "ven un líder que no se deja manipular ni por su partido y que les va a arreglar sus problemas, aunque no sea verdad".

El politólogo Óscar Buznego señaló que "populismo" es una de las palabras que más significados tiene, pero sí hay consenso en que "no respetan los convencionismos políticos desarrollados tras la II Guerra Mundial". En todo caso, "son movimientos políticos que fracturan porque son antisistema, pero cuando le corresponde gobernar lo primero que proponen es la unión del pueblo, y esa fue la señal clara que mandó Trump para que viéramos que es un populista". El profesor alertó de "la evolución de esta marea hacia Europa, porque los populismos radicales europeos son los que han saludado con más entusiasmo el triunfo de Trump".

Jacobo Blanco, decano del Colegio de Sociólogos y Politólogos de Asturias, señaló que los populismos "surgen en momentos de crisis, de cambios, porque se busca un liderazgo fuerte para que dé soluciones aparentemente sencillas a los grandes problemas". Y añadió que "los populistas cuentas mentiras, falsedades y buscan un enemigo exterior al que hay que abatir. Se trata de hacer creer el empoderamiento del pueblo frente a la casta" En definitiva, "se lleva la conversación y las soluciones de bar a la política y se busca un líder carismático que les haga creer que eso es posible".

El sociólogo Arsenio Valbuena aseveró que el populismo "es la forma vulgar y peyorativa del término demagogia, un concepto elaborado con la imbricación de tres ejes: falsedades propagandísticas dirigidas a buscar el apoyo de los estratos masificados e incultos adulándolos y con el propósito de apoderarse de los resortes estatales desalojando del complejo político administrativo a los técnicos o especialistas y sustituyéndolos por 'políticos'". Y añadió: "Para Aristóteles una época populista corrompía la democracia y, si triunfaban los demagogos, en seguida se imponía la tiranía. En la modernidad no ocurre de diferente manera".

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