Segundo día de reacciones a la victoria de Donald Trump en las elecciones y la colonia asturiana en Estados Unidos continúa en shock. Muchos son los que sienten decepción, tristeza, miedo e incluso vergüenza. "Somos la irrisión del mundo; esto parece más una telenovela que la realidad", afirma la gijonesa afincada en California Patricia Álvarez. Pero es la realidad y ya no hay vuelta atrás: el republicano se instalará en la Casa Blanca el próximo mes de enero. Pese al éxito de su "discurso simple y radical", los asturianos dejan claro que el clima de crispación que se aprecia España no es el mismo que el que se palpa en América. "No todos los que votaron a Trump son racistas. Creo que su triunfo representa una queja a los pocos resultados económicos del gobierno de Obama", expresa Noemí García. Una queja y una hartazgo a las promesas políticas que nunca cumplen.
"He vivido con estupefacción y tristeza la victoria de Donald Trump. La realidad es que el republicano conectó con las emociones de miedo y frustración de las clases media y baja de zonas rurales que han venido aguantando la dureza de la crisis en los últimos años. Hay mucha ansiedad y expectación por ver cómo empieza el gobierno, y el deseo de muchas personas es que suavice su mensaje y no cumpla muchas de las promesas que hizo en campaña. Porque de tomar ese camino podría abrir aún más la ya fracturada sociedad americana. Durante las elecciones, el republicano fue muy beligerante con los extranjeros que venimos a ganarnos la vida a este país y eso me preocupa".
"Muchos españoles hemos experimentado un estado de tensión muy intenso y profundo con la idea de que Trump ganara las elecciones. En los pueblos pequeños del Medio Oeste, ser republicano conservador es lo más común, así que, como socialista de corazón, me he tenido que morder la lengua numerosas veces. Que si Trump va a volver hacer a América poderosa, que si va a acabar con la inmigración ilegal, que si va a construir un muro en la frontera con México... Durante estos meses he visto personas engañadas con ideas ridículas e ideales falsos. Ojalá los americanos se hubieran quitado la venda de los ojos antes de votar, porque verdaderamente, se avecina el segundo holocausto"
"Los resultados de estas elecciones yo los comparo con la sorpresa del Brexit. Para mí las encuestas han perdido credibilidad por segunda vez en un año. Creo que nadie se lo esperaba, al menos no en mi entorno, incluso antes de iniciar el recuento de votos había recibido invitaciones de eventos para celebrar la victoria de Hillary. Yo seguí los resultados a través de la CNN mientras los comentaba con otros compañeros por teléfono. La gente se mostraba muy asombrada de cómo el discurso simple y radical de Trump había funcionado. Pero también tengo que decir que el resultado no creo que defina al país como racista o radical, como se ha venido diciendo. Conozco a gente que le ha votado y nos sorprendería su perfil. Mi opinión es que muchos de esos votos representan una queja contra los últimos años de un Gobierno con pocos resultados económicos".
"Hasta cierto punto el resultado era previsible, sobre todo con el anuncio del FBI dos semanas antes de las elecciones de que habían aparecido nuevos emails. Con esta investigación Clinton se desplomó. Y tampoco era bien vista antes, pues creían que sólo le interesaba el poder. Mucha gente está sorprendida por el resultado de las elecciones, pero eso es lo que tenemos. Sólo espero que Trump sepa rodearse de gente que sepa lo que tiene entre manos y los escuche. La verdad es que basándome en su campaña no lo creo. Lo que los ciudadanos esperan es que pueda cambiar la situación económica y crear los trabajos que se perdieron al irse a países con una mano de obra más barata".
"La victoria de Trump estaba prácticamente cantada. La gente por la calle, en privado, decía que iba a votar por este señor. Fueron claves la manipulación de los medios de comunicación, y el desastre de la candidata demócrata, que debe de ser la campeona mundial de la corrupción. Además, Washington dio la espalda al trabajador blanco, ignorando que ganan lo mismo ahora que hace 20 años. Y a todo eso hay que sumar el hartazgo de toda la gente ante tantas mentiras. Bueno ahí tienen el resultado. Soy de Gijón y llevo 31 años en Estados Unidos. Sólo espero que Trump cumpla todo lo que dijo en campaña".
"Conozco a gente que votó a Trump y piensa que el mundo y este país cambiaron socialmente y económicamente demasiado. Una parte del problema es que la sociedad no comparte una fuente común de veracidad. En su lugar tenemos muchas fuentes y algunos sin interés en la verdad, sólo en ganar. Pero han elegido a una persona incapaz de entender o responder con inteligencia y elegancia a los verdaderos problemas de Estados Unidos. Siento que, como país, faltamos en nuestras obligaciones al mundo. Estamos en un época muy peligroso. Temo que la victoria del republicano pueda tener repercusiones internacionales, nacionales, y especialmente para todos los "losers" (la palabra que Trump usa para la gente con la que no tiene empatía) y minorías".
"Creo que estas elecciones fueron las más mediáticas. Aquí la campaña electoral fue muy larga, fueron muchos meses monopolizando los telediarios. Sin embargo, el martes el día transcurrió muy tranquilo, desconozco las cifras de participación pero apenas aprecié cambio en absoluto con respecto a un día normal; la gente no dejó de trabajar para ir a votar. De igual manera en Estados Unidos nunca he apreciado un clima de crispación o polarización como el se vive en España, la política aquí se vive de otra manera. En referencia a las consecuencias para USA y Europa, para mi es una incógnita".
"Creo que la victoria de Trump refleja, protegido por el secreto del voto, lo que los americanos quieren y no se atreven a decir en voz alta. América quiere (queremos) infraestructura, sanidad, trabajo digno, seguridad y justicia social. Los dos partidos mayoritarios en este país, demócratas y republicanos, quieren lo mismo para el país, la diferencia está en el modo de conseguirlo. Y la gente está harta de promesas. Estados Unidos quiere aplicarse la máscara de oxígeno a sí misma para poder ayudar al resto del mundo. Los recursos son limitados, incluso en la nación más rica del mundo".
"Por Deland (Florida) lo estamos viviendo con bastante sorpresa y decepción. En estos momentos me da vergüenza decir que soy ciudadano americano (tengo nacionalidad española también) porque considero que el republicano Donald Trump es un racista, un abusón, un mentiroso... Y así lo ha demostrado durante toda la campaña. Me parece imposible que vivan tantos cretinos en este país".
"El triunfo de Trump era de esperar en Texas, ya que los republicanos son fuertes en este estado y condado de Nueces. A nivel nacional, las encuestas fallaron puesto que se esperaba que Hillary Clinton ganase las elecciones. Eso ha creado un estupor y tristeza en los votantes demócratas. A nivel personal, Trump me puede ser beneficioso ya que, como veterano que soy, su política nos puede ayudar".
"Por aquí lo estamos viviendo con bastante sorpresa y decepción. Sinceramente no creo que el triunfo de Trump afecte a la clase media con trabajo altamente cualificado, pero sí que da un poco de miedo que haya ganado y pueda aplicar algunas de las políticas de las que habló contra los inmigrantes, las relaciones internacionales. Y especialmente contra los 'pasitos' que vamos dando en relación al cambio climático. Un presidente que no cree en el consenso científico es bastante peligroso y más aún si se trata del presidente de la nación más poderosa del mundo".
"Desde el principio nadie creía que Trump fuese elegido para representar a los republicanos. Pero él ha predicado lo que la América profunda quería oír. Los americanos quieren un cambio y así lo han demostrado. Por su parte, Clinton no ganó la confianza de los americanos y muchos no fueron a votar. Las primeras reacciones son siempre muy dramáticas. No lo podemos creer, no es posible, somos la irrisión del mundo entero. Parece más una telenovela que la propia realidad".
