Estados Unidos mantendrá su "firme compromiso" con sus aliados de Extremo Oriente (Asia-Pacífico), subrayó ayer el comandante de las Fuerzas Armadas norteamericanas en esa región, Harry Harris, en pleno debate por los posibles cambios que introducirá el futuro presidente, Donald Trump.

En concreto, las palabras del general Harris se relacionan con los comentarios hechos en campaña por Trump sobre una posible revisión de las relaciones con Japón y Corea del Sur, a los que aconsejó que se hagan con bombas atómicas para reforzar su seguridad. Trump incluyó a esas dos potencias en la lista de países que deberían pagar a EE UU por su defensa, lista en la que incluyó a Europa y, por ejemplo, a Arabia Saudí.

No obstante, el pasado miércoles, al día siguiente de su victoria electoral, el republicano llamó por teléfono a la presidenta surcoreana, Park Geun Hye, para darle seguridades. De igual modo, Trump se puso en contacto con el primer ministro de Japón, Shinzo Abe, con quien concertó una entrevista en Nueva York para esta misma semana. Trump tiene que lidiar también con los desplantes a EE UU y el acercamiento a China de otro populista, el filipino Rodrigo Duterte.