La campaña para la segunda vuelta de las primarias del centro-derecha francés dejó ayer de lado la corrección política con acusaciones entre los dos candidatos, Alain Juppé y François Fillon, que evidenciaron las tensiones en plena recta final.

Bastó una frase para que las espadas se pusieran en alto: "Que Fillon aclare su postura sobre el aborto", dijo Juppé, el aspirante que parte con menos posibilidades. El ex primer ministro y actual alcalde de Burdeos se hizo con el 28,5 % de los votos en la primera vuelta del pasado domingo, frente al 44,1% de Fillon, y una encuesta difundida ayer apunta que este fin de semana quedará fuera de la carrera al Elíseo, respaldado apenas por el 35% de los votantes derechistas.

"Nunca habría podido pensar que mi amigo Alain Juppé caería tan bajo. ¿Alguna vez he adoptado una postura contraria al aborto?", se preguntó Fillon, quien, aunque personalmente se declara contrario a esa práctica, no prevé cuestionar ese derecho a nivel político.