Los cuatro ciudadanos franceses y un marroquí detenidos el pasado fin de semana en Estrasburgo y Marsella habían jurado lealtad al Estado Islámico (EI) y recibían instrucciones de una persona desde las zonas de Irak y Siria que están en manos del grupo yihadista, según reveló ayer el fiscal de París, François Molins, que añadió que la célula preparaba un atentado para el próximo día 1 de diciembre.

Molins reconoció que no se ha podido establecer exactamente cuál era el objetivo de ese ataque. Sin embargo, según la prensa francesa, uno de los cuatro hombres capturados en Estrasburgo, que eran amigos desde hace bastante tiempo y se comunicaban por una red cerrada a través de una línea telefónica específica, habría confesado a los policías que entre sus objetivos estaban centros de mando de la policía en la región de París.

Los cuatro de Estrasburgo tienen entre 36 y 37 años y son franceses, aunque dos de ellos tienen doble nacionalidad, uno de Túnez y otro de Marruecos.

Les requisaron pistolas y munición, pero también documentos en soportes de papel e informático que ponen en evidencia sus vínculos con el EI, pues glorificaban la idea de morir como mártires y juraban lealtad a esta organización terrorista.