A Babi Marín, cubana pero afincada en Asturias desde hace 21 años, le entra una videollamada en su móvil. Es su hermana María del Carmen desde La Habana.
-¿Qué tal? ¿Cómo están viviendo allá la muerte de Fidel?
-Con mucho dolor, hermana. ¿Y en Cuba?
-Igual. Han decretado nueve días de luto. Todo está igual, pero hay mucho silencio.
El teléfono de Marín no paró ayer de sonar. La muerte de Fidel Castro generó una "consternación muy grande" en el colectivo cubano en Asturias, que se tradujo en mensajes y llamadas. La academia de baile Lenny, en Oviedo, hizo de velatorio improvisado durante todo el día. Un retrato del líder revolucionario y un libro de condolencias fueron suficientes para sentirse cerca de "casa" en un día tan "triste". "Cuando yo llegué a las 9 de la mañana, esto ya estaba lleno de gente. Todos me abrazaron, pero nadie dijo nada. No hizo falta", cuenta Marín, presidenta de la asociación regional "Cien por cien cubanos". La desolación la llevaban escrita en sus rostros. Como Yamilaini Ramírez, que recibió "un golpe muy fuerte" cuando se enteró del fallecimiento de Castro.
"Mi familia siempre ha sido fidelista. Él tuvo sus luces y sus sombras, pero nos enseñó a todos humanidad", señaló Ramírez. Ayer desde luego pesaron más sus triunfos que sus desgracias. Nadie tuvo una mala palabra para su "comandante". "Era una persona entrañable en todos los sentidos. Ayudó a muchos países y va a pasar no sólo a la historia de Cuba, sino de todo el mundo", aseguró Carmen Benavides. "Aportó mucha enseñanza. En el trabajo, en lo social, en solidaridad... Yo estoy muy apenado", comentó por su parte Andrés Ramírez, sin perder de vista la televisión y sentado junto al libro de condolencias.
En ese documento se señalaba el siguiente texto: "Nuestra solidaridad con el pueblo y gobierno de Cuba que pierden al referente ideológico y combativo de la revolución. Solidaridad con su familia y especialmente con su hermano Raúl Castro, con quien compartieron toda una vida de lucha por su pueblo. La muerte de Fidel es un duro golpe para todo el movimiento progresista y revolucionario mundial, pero queda un legado de ideas y experiencias que sabremos valorar y enriquecer. El mejor homenaje que podemos rendirle es el de comprometernos a seguir sus enseñanzas y ejemplo de vida".
