Alicia Gutiérrez Llama es asturiana, pero lleva toda una vida residiendo en Cuba. La muerte de Fidel Castro cayó el sábado como un jarro de agua fría en el país caribaño, donde se ha instalado el silencio. Gutiérrez no quiere revolver el pasado y sólo pide una cosa: "Que los cambios que tengan que venir sucedan en paz". A lo que añade: "Deseo que mi nieto pueda ver La Habana que yo conocí", expresa por correo electrónico.

Gutiérrez, que manda "saludos" a España y todos sus familiares en Asturias, no cree que la muerte del líder revolucionario genere a corto plazo grandes cambios en el país y más teniendo en cuenta que los Castro siguen en el poder. "Acá todo va muy lento" , concluye.