El trágico suceso de ayer en Alemania, pendiente aún de determinar si se trata de un atentado terrorista o no, se asemeja en sus desarrollo y consecuencias a la matanza deliberada causada el pasado 14 de julio en Niza por un ciudadano tunecino a bordo de un camión de 19 toneladas.

El ataque terrorista de junio causó la muerte de 85 personas y heridas de diversa gravedad a 303 ciudadanos que estaban celebrando el Día Nacional de Francia en el paseo de los Ingleses de la ciudad de la Costa Azul.

Mohamed Lahouaiej Bouhlel, que acabó siendo abatido por la policía, condujo el transporte pesado a gran velocidad por una vía urbana cerrada al tráfico y arrolló de forma premeditada a parte del gentío que se aglomeraba en el paseo de Niza durante los actos festivos. La autoría del ataque se la atribuyó el Estado Islámico.