El presidente de Rusia, Vladímir Putin, sorprendió ayer a propios y extraños al desechar la posibilidad de responder a las sanciones anunciadas el jueves por su homólogo estadounidense, Barack Obama, quien, entre otras medidas, ordenó la expulsión de EE UU de 35 diplomáticos rusos en 72 horas, en represalia por los ciberataques rusos durante la campaña de las presidenciales. Obama decretó además el cierre de dos complejos residenciales situados en Maryland y Nueva York, que Rusia utilizaba oficialmente para actos de representación y que, según Washington, son "nidos de espías".

"No le vamos a crear problemas a los diplomáticos estadounidenses. No expulsaremos a nadie. No prohibiremos ni a sus familias ni a sus hijos disfrutar de sus lugares habituales de descanso en las fiestas navideñas", aseguró Putin.

En lugar de recurrir a las habituales respuestas proporcionales, el líder del Kremlin adoptó la evangélica actitud de poner la otra mejilla e invitó a los hijos de los diplomáticos norteamericanos a la tradicional fiesta de Año Nuevo en el Kremlin. "Reservándonos el derecho a medidas de respuesta, no nos rebajaremos al nivel de una diplomacia irresponsable y de andar por casa", dijo Putin, quien dio así su negativa a la propuesta que poco antes le había elevado su ministro de Exteriores, Serguéi Lavrov, de responder a las medidas de Obama con la expulsión de 35 diplomáticos estadounidenses destacados en Moscú y San Petersburgo.

Putin dejó claro que lo que ahora le importa es ver cuáles son los primeros pasos que da en la relación bilateral el próximo presidente de EE UU, Donald Trump, a partir del 20 de enero. "Los próximos pasos para el restablecimiento de las relaciones ruso-estadounidenses los tomaremos partiendo de las políticas que proponga" la nueva administración de EE UU, dijo el presidente ruso.

Putin, que el jueves se marcó el tanto de anunciar un alto el fuego en toda Siria, aún tuvo tiempo para lamentar que la administración Obama termine su segundo mandato de esa forma, pero, con todo, le deseó al presidente saliente y a su familia unas felices fiestas, felicitación que hizo extensiva a Trump y al pueblo de EE UU.