Familiares, amigos, autoridades políticas y líderes extranjeros, incluido el Rey, se despidieron ayer del expresidente portugués Mário Soares, en un emotivo acto en el claustro del monasterio de los Jerónimos de Lisboa. Entre los asistentes, el expresidente Felipe González, socialista como el difunto, de quien dijo que seguirá siendo "un referente" por su "riqueza intelectual" y su "coraje político". Después, el cortejo fúnebre partió hacia el cementerio lisboeta, en un recorrido por la calles de la capital con honras de Estado. En la foto, Felipe VI saluda a Joao Soares, hijo del fallecido mandatario luso.