La administración Obama se despide manteniendo en alto el enfrentamiento con Rusia, que ha llevado las relaciones bilaterales a su punto más bajo en más de dos décadas. El escenario elegido ayer fue el Foro Económico de Davos (Suiza) y el encargado de lanzar el mensaje fue el vicepresidente saliente, Joe Biden, quien acusó al presidente ruso, Vladímir Putin, de emplear todas las armas a su alcance para lograr el "colapso" del orden liberal internacional y para sumir a la UE en el abismo.

Biden auguró nuevas intromisiones en los procesos democráticos -como la que Washington denuncia respecto a sus presidenciales del pasado noviembre- durante las elecciones que se celebrarán este año en países como Holanda, Francia y Alemania. El vicepresidente saliente se refirió a la reciente "intrusión cibernética en partidos políticos y personas individuales" en EE UU por parte de Rusia, y a la "elevada certeza" de que su designio fue "influir en las elecciones" estadounidenses en favor del entonces candidato republicano y ahora presidente electo, Donald Trump.

"EE UU no ha sido el único objetivo. Europa ha experimentado el mismo tipo de ataques en el pasado, y ocurrirá de nuevo", recalcó Biden. El dirigente demócrata aseguró que Putin tiene "una visión diferente del orden internacional" y que intenta imponerla con "todas las herramientas disponibles" para, entre otros objetivos llevar al abismo el proyecto europeo y fomentar el miedo en el continente.

En Occidente, añadió, "oímos las voces de quienes desearían disolver la comunidad de democracias", pero la mayor amenaza viene de acciones antiliberales y externas que quieren "fracturar" el orden liberal internacional, advirtió. "Este movimiento es liderado principalmente por Rusia", sostuvo, y puso de ejemplo las "agresiones" de Moscú para agitar naciones y alentar violencia y el separatismo, como en el caso de Ucrania. También destacó la utilización de la "energía como arma", puesta de manifiesto varias veces en el corte del suministro de gas a Europa, y el recurso a la corrupción para "reforzar a oligarcas y chantajear a políticos".

"Vemos la propaganda y las campañas de información falsa, la agitación política en sistemas democráticos situados tanto a la izquierda como a la derecha a fin de revertir décadas de progresos" del sistema occidental, indicó el vicepresidente de EE UU.

Rusia también estuvo presente en la última rueda de prensa de Obama como presidente, concedida ayer por la tarde en la Casa Blanca. Obama se mostró a favor de mantener una "relación constructiva" con Rusia, pero lanzó una advertencia a su sucesor, Donald Trump, a quien pidió que no "confunda" el objetivo de las sanciones impuestas por Washington a Moscú, que, recordó, están relacionadas con el conflicto en Ucrania y la anexión de Crimea.

De este modo, Obama salió al paso de las declaraciones del pasado fin de semana de Trump al diario británico "The Times" y al alemán "Bild", en las que apuntó la posibilidad de levantar las sanciones a Rusia a cambio de un nuevo recorte de los arsenales nucleares.

Obama dedicó su última rueda de prensa a defender su legado, empezando por medidas como el perdón presidencial a la exsoldado Manning, cuya condena de 35 años de cárcel consideró desproporcionada. El apoyo a la resolución de la ONU contra los asentamientos israelíes ilegales y al proceso de deshielo con Cuba fueron, junto a la consideración de que los avances de los homosexuales son "irreversibles", algunos de los hitos de última sesión del presidente saliente con los periodistas.