La primera ministra británica, la conservadora Theresa May, presentó ayer el "Brexit" ante el Foro Económico Mundial, que se celebra en Davos (Suiza), dos días después de haber desgranado algunas de las líneas maestras de su posición negociadora en un discurso en Londres.

May aseguró que la salida de la UE permitirá a Reino Unido forjarse forjar "un nuevo papel en el mundo". Ese papel consistirá en erigirse en el "defensor más fuerte y enérgico de la libre circulación de capitales, del libre mercado y del libre comercio en cualquier parte del mundo", dijo. Las palabras de May entran en conflicto con los designios anunciados por el presidente electo de EE UU, Donald Trump, quien, por otra parte, ha celebrado con exultación el "Brexit".

May dedicó una parte de su intervención a tranquilizar a la UE, afirmando que el Reino Unido seguirá siendo el mejor amigo y vecino del club comunitario y que no tiene intención de distanciarse de Europa una vez fuera de la Unión, ni tampoco de abandonar la cooperación con el Viejo Continente. De igual modo, admitió que los primeros tiempos fuera de la UE no serán fáciles, a causa de las "duras" negociaciones que se avecinan con los 27 socios comunitarios y de la necesidad de dar forma al nuevo papel que pretende para su país.

Entre tanto, expertos británicos consideraron poco realista la amenaza lanzada el martes por May a la UE: convertirse en un "paraíso fiscal" en caso de que fracasen las negociaciones para una salida al gusto británico. Los expertos consideran que May fue ambigua y sólo aludió a una fiscalidad más baja. Aún así, precisaron que también eso generaría problemas políticos a Londres.