El presidente de EE UU, Donald Trump, ordenó ayer la apertura de lo que calificó como "una gran investigación" sobre el supuesto fraude electoral en las elecciones presidenciales. Trump repitió el lunes acusaciones hechas en el periodo de transición, en las que denunció que entre tres y cinco millones de personas sin derecho a voto emitieron sufragios a favor de la candidata demócrata, Hillary Clinton. De este modo, pretende explicar que Clinton le ganase en voto popular por casi tres millones de papeletas.

"Voy a pedir una gran investigación sobre el fraude electoral, que alcanza a los inscritos para votar en dos estados, los (votantes) ilegales y también los censados para votar que estaban muertos (y muchos de ellos desde hace tiempo)", anunció Trump en un tuit. "Dependiendo de los resultados, ¡reforzaremos nuestros procedimientos de votación!", añadió el magnate, en alusión a una reforma de la ley electoral.

Anoche, el diario "The New York Times" anunció que Trump prepara un decreto para reducir hasta en un 40% los fondos que el país aporta al presupuesto de Naciones Unidas. También reducirá las contribuciones a otras organizaciones, en especial las que hayan admitido a la Autoridad Nacional Palestina, promuevan el aborto o eludan las sanciones a Irán y Corea.