El presidente y consejero delegado Starbucks, Howard Schultz, ha anunciado que la cadena estadounidense de cafeterías contratará a 10.000 refugiados durante los próximos cinco años, en respuesta a la orden ejecutiva en materia de inmigración emitida el pasado viernes por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump.

En una carta pública, Schultz ha precisado que Starbucks está desarrollando un plan para contratar a 10.000 de los 65 millones de refugiados reconocidos por las Naciones Unidas durante los próximos cinco años en los países donde tiene presencia.

"Puedo asegurar que nuestro equipo de 'Partner Resources' ha estado en contacto directo con los socios afectados por el veto migratorio y que estamos haciendo todo lo posible para apoyarles y guiarles en este periodo confuso", ha afirmado el máximo dirigente de Starbucks, que también ha reconocido sentirse "profundamente preocupado" por la decisión del nuevo presidente de Estados Unidos.

Además, Schultz ha instado a "construir puentes y no muros" con México, donde la compañía dispone de 600 establecimientos y más de 7.000 empleados, y ha asegurado que Starbucks mantendrá su nivel de inversiones en el país.

"Estamos preparados para continuar apoyando a nuestros clientes, empleados y sus familias en México mientras evalúan qué impacto tendrán las sanciones comerciales, las restricciones a la inmigración, los impuestos sobre sus negocios y su confianza en los estadounidenses. Pero seguiremos invirtiendo en este mercado críticamente importante", ha concluido.Las grandes tecnológicas se posicionan a favor de los inmigrantes

Varias de las mayores tecnológicas de Estados Unidos, incluidas Google, Apple, Microsoft y Facebook, han criticado

el veto de entrada a los ciudadanos de varios países decretado por el presidente Donald Trump.

Mientras, el popular servicio de transporte Uber, que también condenó la medida, se vio envuelto en una gran polémica fruto de lo que, según la empresa, fue un malentendido.

En correos electrónicos enviados a sus empleados y en mensajes en las redes, los líderes de Google, Apple, Twitter o Facebook se posicionaron contra la orden ejecutiva de Trump y recordaron el enorme valor que los inmigrantes aportan a sus empresas.

"Apple no existiría sin la inmigración", aseguró el máximo responsable de la compañía californiana, Tim Cook, en un mensaje a la plantilla, en el que expresó su preocupación por el impacto que la orden puede tener para varios de sus empleados.

Google estimó que al menos 187 de sus trabajadores podrían verse afectados directamente y su consejero delegado, Sundar Pichai, se mostró muy crítico con la medida.

Ya el viernes, el fundador de Facebook, Mark Zuckerberg, atacó la orden de Trump y defendió la necesidad de mantener las puertas abiertas a inmigrantes y refugiados.

Varias empresas tecnológicas creen que las posturas sobre inmigración del nuevo presidente estadounidense atacan directamente su capacidad para fichar y retener a empleados de otros países y, según varios medios, están estudiando respuestas.

Mientras tanto, Uber protagonizó una curiosa polémica en la noche del sábado al cancelar en Nueva York las subidas de precios que aplica cuando sus coches tienen mucha demanda en medio de un paro de taxistas para protestar contra la decisión de Trump.

Muchos clientes consideraron que la acción era una forma de aprovecharse de la huelga y rápidamente las redes sociales se llenaron de llamamientos a boicotear a Uber, cuyo consejero delegado, Travis Kalanick, forma parte de un grupo que asesora a Trump sobre economía.

La empresa, mientras, insistió en que su movimiento fue malinterpretado, pues buscaba únicamente facilitar el transporte desde y hasta el aeropuerto de Nueva York, donde miles de personas acudieron a protestar contra la orden de Trump.

Kalanick, de hecho, publicó un mensaje que había enviado a sus empleados criticando la medida y ofreciendo apoyo a los posibles afectados.

"Este veto impactará a mucha gente inocente", lamentó el empresario, que dijo que trasladará esas críticas a Trump en una reunión la próxima semana.

Mientras, Lyft, el mayor competidor de Uber, expresó también su oposición frontal a la orden de la Casa Blanca y anunció una donación de un millón de dólares a la Unión para las Libertades Civiles en América (ACLU), una de las organizaciones que está peleando en los tribunales contra la medida.