El presidente de EE UU, Donald Trump, agrandó ayer la brecha que le separa de las agencias de inteligencia y de la prensa. Trump arremetió contra el FBI después de que la CNN desvelara que la Policía federal se negó a desmentir en público contactos de su equipo con Rusia. Horas después, la Casa Blanca vetó el acceso a la rueda de prensa diaria del portavoz presidencial, Sean Spicer, a la cadena televisiva CNN, el diario "The New York Times" y la web "Político".

Para Trump, el FBI, que se encuentra entre las 16 agencias integradas en la Comunidad de Inteligencia de EE UU, se está demostrando "incapaz" de detener las filtraciones de información clasificada, algo que, a su juicio, puede tener "un efecto devastador" para el país. Según el presidente, el FBI ni siquiera puede detectar quiénes filtran información desde dentro de la propia agencia. "La información clasificada que se está dando a los medios puede tener un efecto devastador en EE UU", sostuvo Trump en un tuit al urgir a la localización inmediata de los responsables de las filtraciones.

La andanada de Trump llegó tras publicar la CNN que el jefe de gabinete de la Casa Blanca, Reince Priebus, intentó sin éxito que el FBI desmintiera públicamente informaciones de "The New York Times" sobre los supuestos contactos que varios asesores de campaña del magnate mantuvieron reiteradamente con espías rusos durante todo el año que precedió a las elecciones presidenciales del pasado noviembre.

El congresista demócrata John Conyers denunció ayer que la solicitud de la Casa Blanca al FBI viola normas gubernamentales de 2007 y 2009 que prohíben hacer peticiones sobre asuntos que se encuentran bajo investigación. El FBI está investigando las relaciones del entorno de Trump con el espionaje ruso y con funcionarios del Kremlin. Algunas de esas investigaciones desembocaron, la pasada semana, en la dimisión del consejero de Seguridad Nacional, general Mike Flynn.

El nuevo rifirrafe entre la Casa Blanca, las agencias y la prensa se produjo poco después de que Trump, en entrevista con la agencia Reuters, afirmase que su administración invertirá en mejorar el arsenal nuclear para asegurarse de que EE UU está a la "cabeza de la manada" en armamento atómico. EE UU es, con Rusia, la potencia con mayor número de cabezas nucleares, aunque la avanzada edad del arsenal estadounidense ha abierto desde hace años un debate sobre la necesidad de su modernización.

En la misma jornada se supo que el pasado martes, el Fiscal General, Jeff Sessions, rescindió un decreto de Obama del pasado agosto en el que se eliminaba, en unos casos, o se reducía, en otros, el uso por parte del Gobierno federal de prisiones privadas.

Trump pronunció ayer un discurso ante la conferencia política anual conservadora en el que dejó claro su ideario: "Yo no estoy representando al mundo, estoy representando a nuestro país y el futuro nos pertenece".