La tensión de los últimos días entre Alemania y Turquía llegó ayer a su punto más álgido cuando el ministro turco de Justicia, Bekir Bozdag, acusó a Berlín de incurrir en prácticas "fascistas" para "impedir" que su país se convierta en un régimen presidencialista. Bozdag se quejaba así de la cancelación, a última hora del martes, de un mitin que iba a protagonizar en la ciudad germana de Gaggenau para pedir a los turcos que residen en Alemania que voten "sí" en el referéndum que el mes próximo debe convalidar la reforma constitucional que permitirá al presidente, Recep Tayyip Erdogan, concentrar enormes poderes.

Dos mítines más, previstos para este fin de semana -uno de ellos con el ministro de Economía, Nihat Zeybekci-, fueron asimismo suspendidos. En Alemania viven unos tres millones de personas de origen turco, 1,4 millones de ellas con derecho a voto en Turquía.

"Esta manera de proceder contra nosotros es fascista y supone pisotear la Constitución alemana y la declaración de los Derechos Humanos, de la que Alemania es parte", afirmó ayer Bozdag.

La participación del Ministro turco en el mitin de Gaggenau no estaba prevista inicialmente y las autoridades locales cancelaron el acto alegando que su presencia atraería más público del que podía acoger el local elegido para celebrarlo.

Bozdag también rechaza el argumento dado por la canciller Merkel de que ese tipo de decisiones, en Alemania, las toman los propios municipios. "Está claro que alguien más ha intervenido. No veo esto como una decisión tomada por los Ayuntamientos", dijo el Ministro.

La cancelación del mitin ya fue muy criticada el jueves por el ministro de Exteriores, Mevlüt Çavusoglu. "Si ustedes quieren trabajar con nosotros, deberán aprender a comportarse". Y añadió que Turquía no es un país de "segunda clase".

Çavusoglu volvió a elevar ayer el tono, incluyendo también en sus críticas al Gobierno holandés, que ha manifestado que no desea que haya actos electorales extranjeros en su territorio.

"Ninguno de vosotros puede frenarnos. Podemos ir a donde queramos, podemos encontrarnos con nuestros ciudadanos y celebrar nuestros mítines", afirmó en un acto público en la provincia de Antalya, y no se privó de acusar a Alemania y Holanda de trabajar por el "no" en el referéndum del próximo mes.