La noche anterior a los atentados perpetrados contra el metro y el principal aeropuerto de Bruselas el 22 de Marzo de 2016, que causaron al menos 34 muertos y unos 200 heridos, M. Laachraoui dijo "no podemos esperar más", según las conversaciones compartidas este sábado por la policía con los principales periódicos belgas.

"La situación ya ha llegado a un punto que no podemos retrasarlo más, hay que hacerlo, como ves. Debemos trabajar lo más rápido posible y hemos decidido trabajar 'Inshalá' (si Alá quiere) mañana 22 de marzo", dice el terrorista a su contacto en Siria según las conversaciones extraídas por la policía de su ordenador.

"Porque ya no tenemos seguridad, no hay nadie, ya no tenemos hermanos para la logística, etc, todo el mundo está muy quemado, añade.

Sobre la acción que iban a perpetrar al día siguiente en Zaventem, los terroristas explican a su contacto en Siria que han elegido hacerlo por la mañana porque es el horario de los vuelos de Bruselas hacia Estados Unidos, Israel y Rusia.

Además, apuntan que la forma de matar "a cuantos más inocentes posibles" es mediante una explosión usando 100 kilos de TATP y no con kalashnikov, pues "haría falta mucho tiempo para ir cambiando las cargas y allí hay policías y militares por todas partes".

Los kamikazes justifican la necesidad de tener que atentar tras las detenciones que ocurrieron el 15 y 18 de marzo en Forest y Molenbeek y por el hecho de que ya habían aparecido algunas fotografías de sus rostros en la prensa que les hacía pensar que podían ser descubiertos en cualquier momento.

En las grabaciones se escucha a Laachraoui e Ibrahim El Bakraoui, cuyo ordenador fue posible localizar en una papelera cercana al apartamento en Schaerbeek al que fue a buscarlos esa mañana un taxista en dirección a Zaventem.

El Bakraoui, el que menos habla en la grabación, reconoce que van "a trabajar de forma precipitada" al día siguiente y se lamenta de que "tenían muchos planes, Alá es testigo", dice.

"Teníamos muchas ideas, queríamos hacer un montón de cosas, pero el destino y la voluntad de Alá nos obliga a hacerlo así, o si no, nos pudriremos en esta célula".

De la información de ese ordenador la policía concluye que hablaban regularmente con sus mandos en Siria a través de un sistema de encriptado para proteger las conversaciones.

Sobre el miembro del comando en Siria que se escucha al otro lado, según la prensa belga, podría tratarse de Oussama Atar, un belga de 32 años primo de los hermanos terroristas El Bakraoui.

De las conversaciones se extrae que eran cinco y no tres -como ocurrió finalmente el 22 de marzo de 2016- los terroristas que tenían pensado inmolarse en el metro y el aeropuerto.

Uno de los que finalmente no se inmoló en el aeropuerto -aunque llegó a ir hacia allí- fue Mohamed Abrini, el conocido como "el hombre del sombrero", que regresó al centro de Bruselas a pie desde Zaventem como recogieron las cámaras de seguridad.

En otro momento de la grabación se plantea la opción de llevar a cabo el secuestro de varias personas a cambio de liberar algunos "hermanos encarcelados".

En el ordenador encontrado gracias al registro de la zona tras el chivatazo del taxista a la policía -que comprendió tras escuchar lo sucedido que los hombres a los que llevó al aeropuerto fueron los terroristas- también se había guardado la dirección del Gobierno belga.

El próximo 22 de marzo se cumplirá el primer aniversario de los peores atentados en la historia de Bélgica.