El Gobierno británico de la conservadora Theresa May concedió ayer a los partidos norirlandeses un plazo extra -hasta el final de la Semana Santa, o sea hasta mediados de abril- para que alcancen un acuerdo sobre un Ejecutivo de poder compartido y aseguró que podría suspender la autonomía o convocar nuevas elecciones si no se alcanza un pacto entre los unionistas del DUP y los republicanos del Sinn Fein, los dos partidos que más escaños obtuvieron en las elecciones del pasado 2 de marzo.

El ultimátum de Londres se produjo la víspera de que May invoque el artículo 50 del Tratado de Lisboa y ponga en marcha el "Brexit". La invocación se hará mediante una carta que el embajador británico en la UE, Tim Barrow, entregará hoy personalmente en Bruselas al presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk. May quiere que la salida británica esté del todo negociada para el 29 de marzo de 2019.

En Edimburgo, el Parlamento escocés, que se opone al "Brexit", aprobó ayer una moción que otorga al Gobierno autónomo de la nacionalista Nicola Sturgeon un mandato para negociar con Londres la convocatoria de un nuevo referéndum de independencia. Sturgeon quiere que el plebiscito, al que May se opone, se celebre entre el otoño de 2018 y la primavera de 2019.