El Gobierno escocés solicitó ayer formalmente al Ejecutivo británico el permiso para poder celebrar un segundo referéndum de independencia, al considerar que los escoceses deben tener el derecho "a escoger su propio futuro" tras el "Brexit".

La petición fue hecha a través de una carta dirigida a la residencia de la primera ministra británica, Theresa May, tres días después de que la política "tory" invocara, también por carta, el artículo 50 del Tratado de Lisboa para divorciarse de la UE, a lo que Escocia se opone.

Según un sondeo realizado por la firma Survation para el Partido Nacionalista Escocés (SNP) entre 1.014 escoceses, sólo un 35% de los consultados consideró que el Parlamento británico debería tener voz en la decisión sobre la celebración de una nueva consulta de independencia.

Un 53% sostiene que la determinación de la Cámara escocesa tendría que ser suficiente.