El grupo yihadista Estado Islámico ha tardado varios meses en expresar la valoración que le merece el 45.º presidente de EE UU, Donald Trump, elegido el pasado noviembre. Una grabación difundida ayer a través de la red de mensajería Telegram por uno de sus portavoces, Abi al Hassan al Muhajer, ha comunicado su diagnóstico: "Estáis en bancarrota y las señales de vuestra defunción son evidentes a ojos de todos. No hay mayor prueba que el hecho de que estéis gobernados por un idiota que no sabe lo que son Siria, Irak o el islam", dice el mensaje.

Mientras, la "conexión rusa" de Trump, el asunto que más quebraderos de cabeza le está dando desde su toma de posesión el 20 de enero, sigue definiendo sus contornos. El diario "The Washington Post" informó ayer de que el fundador de la compañía de mercenarios "Blackwater", Erik Prince -hermano de la secretaria de Educación de EE UU, Betty DeVos-, y una persona no identificada del entorno del presidente Putin mantuvieron un encuentro secreto el pasado 11 de enero, nueve días antes de la investidura del magnate, para de establecer un canal de comunicación bilateral.

El encuentro se celebró en las islas Seychelles con mediación de Emiratos Árabes Unidos (EAU), donde reside Prince. EAU pretendería reducir la colaboración rusa con Irán en escenarios como Siria.