El "Brexit", las oleadas migratorias sobre Europa y el reciente ataque de EE UU a Siria fueron los tres vértices de la cumbre de siete países del sur de la UE reunida ayer en Madrid por el presidente Rajoy. El líder popular actuó de anfitrión del presidente de Francia, François Hollande; el de Chipre, Nicos Anastasiades; y los primeros ministros de Grecia (Alexis Tsipras), Italia (Paolo Gentiloni), Portugal (Antonio Costa) y Malta (Joseph Muscat).

Los reunidos, que compartieron una comida en el palacio del Pardo y emitieron una declaración conjunta, resaltaron la necesidad de que los 27 mantengan la unidad en la negociación del "Brexit", a la vez que hicieron hincapié en que la negociación debe hacerse por fases: primero la salida de Londres, después las características de la futura relación. Además, mostraron su confianza en que el Reino Unido sea "un estrecho aliado de la UE".

Respecto a la inmigración, los "Siete" insistieron en la necesidad de que se siga aplicando de forma "permanente, plena, sostenida y no discriminatoria" el acuerdo migratorio firmado con Turquía en marzo de 2016. La degradación de las relaciones entre el presidente turco Erdogan y la UE -que alcanzo su cénit con motivo de las recientes elecciones holandesas- ha llevado a Ankara a amagar en repetidas ocasiones con romper el acuerdo. En una de sus más recientes andanadas, el régimen turco amenazó con dejar salir hacia Europa unos 15.000 refugiados al mes.

Los reunidos en El Pardo se pronunciaron igualmente sobre el ataque estadounidense del pasado viernes a Siria. Al igual que declaró ese mismo día la canciller Merkel, los "Siete" coincidieron en calificar de "comprensible" el ataque, justificado como respuesta a un ataque químico del martes anterior, aunque subrayaron que la solución a la guerra siria ha de ser "política".