La canciller alemana, Angela Merkel, se dispone a limpiar las fuerzas armadas de elementos ultraderechistas tras sucesivos escándalos en las filas militares, con 280 casos de extremistas investigados, de los que 18 fueron expulsados entre 2012 y 2016. Merkel respaldó ayer a su ministra de Defensa, Ursula von der Leyen, en la crisis abierta en el Ejército a raíz de la detención de un presunto militar de extrema derecha, que se hizo pasar por refugiado sirio y planeaba cometer un atentado.