La Unión Cristianodemócrata (CDU) de la canciller alemana, Angela Merkel, se mide hoya de nuevo en las urnas frente al Partido Socialdemócrata (SPD), al que aspira a arrebatar el gobierno del estado federado de Schleswig Holstein a cinco meses de las elecciones generales alemanas. En Schleswig Holstein, fronterizo con Dinamarca, gobierna un tripartito liderado por los socialdemócratas, pero las últimas encuestas sitúan hasta tres puntos por delante a los conservadores de Merkel. Aunque apenas 2,3 millones de alemanes tienen derecho a voto en esos comicios regionales, si se consuma la victoria de la CDU -y aunque el SPD pueda mantener el gobierno con apoyos- los conservadores cobrarán brío en un año electoral en el que los socialdemócratas han puesto sus esperanzas en el denominado "efecto Schulz".

La elección del expresidente del Parlamento Europeo como líder del partido y cabeza de lista para las generales del 24 septiembre hizo subir al SPD en las encuestas y llegó a superar a la CDU por primera vez en una década, pero el optimismo inicial decae y los sondeos vuelven a colocar en cabeza a las filas de la canciller.