Emmanuel Macron asumió ayer la Presidencia Francia con un discurso inaugural en el que prometió que Europa "se refundará y se relanzará" porque "nos protege y nos permite proyectar en el mundo nuestros valores". El presidente más joven de la V República, 39 años, tendrá una primera oportunidad de demostrar que busca de verdad esa reforma en profundidad de la UE anunciada en la campaña electoral cuando hoy sea recibido en Berlín por la canciller alemana, Angela Merkel.

Ahora bien, el nuevo mandatario también dejó claro que un proyecto de esa magnitud requiere de "una Francia fuerte que lleve alta la voz de la libertad y de la solidaridad, de una Francia que sepa inventar el futuro". Por eso su prioridad será "estar siempre del lado de la libertad, y de los derechos humanos" para "construir la paz de forma duradera".

Eso sí, advirtió que no renunciara a "nada" de su programa de gobierno, en el que tiene prioridad sobre cualquier otra medida una reforma del mercado laboral para flexibilizarlo que Macron, de no disponer de mayoría suficiente en el Parlamento, haría aprobar por decreto.

Sin embargo, para compensar, mostró también su empeño en fortalecer la solidaridad nacional", y por la tarde, cuando él su esposa, Brigitte Trogneux, fueron recibidos en el Ayuntamiento de París por la alcaldesa, la socialista Anne Hidalgo, Macron destacó la centralidad que en su programa ocupa la idea de reconciliar las fracturas que hay en Francia, con el objetivo de que "la globalización beneficie a todos".

En su opinión, el reto que tiene por delante es impedir que "que nuestro país se deshaga", tarea para la que, además de ser más solidarios con los que "se sienten olvidados", es necesario "difundir el éxito, ampliar el campo de las oportunidades".

El discurso de Macron fue el momento con mayor carga política de la ceremonia de traspaso de poderes, que comenzó a las 10.00 de la mañana con su llegada al Elíseo, donde le estaba esperando el presidente saliente, François Hollande, con el que estuvo reunido una hora. Después vino una secuencia pública con la proclamación oficial de los resultados de la segunda vuelta de las presidenciales por el presidente del Consejo Constitucional, Laurent Fabius, la recepción del collar de Gran Maestro de la Orden Nacional de la Legión de Honor y un homenaje a la bandera en el jardín del palacio, con el ruido de fondo de 21 salvas de cañón para marcar el momento.

Macron se desplazó a continuación en un vehículo militar por la avenida de los Campos Elíseos hasta el Arco de Triunfo, donde rindió honores en el monumento al soldado desconocido.

El nuevo presidente anunciará probablemente hoy quién será su primer ministro, de manera que el Gobierno pueda formarse al día siguiente y el miércoles celebrarse el primer Consejo de Ministros. El nombre que más ha sonado, y que le permitiría captar votantes del centro-derecha en las legislativas de junio, es el del diputado de Los Republicanos y alcalde de la ciudad de Le Havre, Edouard Philippe.