Cuatro días de espera han sido necesarios para que, al fin, a primera hora de la tarde de ayer, el Gobierno británico confirmase a sus familiares la muerte del español Ignacio Echeverría, hijo de un ingeniero ovetense y con numerosos parientes asturianos. La temida identificación de Echeverría, de 39 años, como una de las ocho víctimas del atentado de Londres del pasado sábado ha causado conmoción en España y ha suscitado las reacciones inmediatas de los Reyes, el Gobierno y los principales líderes políticos, además de numerosas muestras de solidaridad hacia su familia y de reconocimiento a su heroica y fatídica acción.

Echeverría falleció el pasado sábado, apuñalado y golpeado por los tres terroristas que perpetraron el ataque al puente de Londres y al aledaño mercado de Borough. Venía de patinar con unos amigos cuando, en las inmediaciones del mercado, advirtió la agresión de uno de los terroristas a una mujer y salió en su defensa, golpeando con un monopatín a uno de los yihadistas. Los otros dos lo atacaron por la espalda y Echeverría quedó tendido en el suelo. En mitad de la confusión, fue la última vez que se le vio.

Su hermano Joaquín fue quien confirmó ayer a los medios de comunicación que Echeverría es una de las víctimas mortales del atentado. “Ignacio intentó parar a unos terroristas y perdió su vida intentando salvar a otros. Igna te queremos y nunca te olvidaremos”, publicó su hermana Isabel en Facebook. Isabel Echeverría intentó desde el domingo localizar a su hermano en alguno de los cinco hospitales donde habían sido internadas las víctimas, pero tropezó con la cerrazón absoluta de las normas británicas.

De hecho, el Gobierno español mostró ayer por la mañana su malestar por la lentitud británica en comunicar las identificaciones a las familias. Desde Moscú, el ministro de Exteriores, Alfonso Dastis, expresó su desconcierto ante la situación y, por la tarde, reclamó con éxito a Londres que la familia pueda ver hoy, jueves, los restos de su deudo, en lugar de esperar a mañana como se pretendía. Más duro fue el ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, quien tachó de “inhumano” y de “desesperante” el protocolo.

La ministra del Interior británica, Amber Rudd, no tuvo más remedio que pedir disculpas ayer por la tarde a Zoido por la demora, según explicó éste en declaraciones radiofónicas. Rudd se amparó en los momentos “difíciles” que atraviesa el país, que hoy celebra elecciones generales después de sufrir tres ataques terroristas en los dos últimos meses y medio, dos de ellos en apenas quince días.

Tras conocerse la noticia de la identificación, el presidente Rajoy trasladó a los padres de Echeverría, en Londres desde el martes, su consternación por el asesinato. Rajoy ha solicitado al ministerio de Exteriores que tramite la concesión al difunto de la Cruz de Plata de la Orden del Mérito Civil, que calificó de “homenaje merecido” por su “acto heroico y ejemplar” del sábado.

Felipe VI y la Reina Letizia también hicieron llegar su pésame a la familia, al tiempo que destacaron el ejemplo de “dignidad y heroísmo” de Echeverría al intentar frenar a los terroristas. “Nuestro pésame más sentido a la familia de Ignacio Echeverría, ejemplo de dignidad y heroísmo frente al terror criminal y cobarde”, escribieron en Twitter.

Líderes políticos como el socialista Pedro Sánchez o el secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, también manifestaron sus condolencias, al igual que el presidente de C’s, Albert Rivera, quien destacó que “murió como un héroe”.