Al menos 110 personas han muerto de forma violenta desde el pasado viernes en el oeste de Birmania en una ola de ataques a puestos oficiales reivindicados por rebeldes islámicos rohinyá. Fuentes oficiales informaron que cinco civiles de la etnia daingnet perdieron ayer la vida en el asedio de un grupo armado compuesto por unos cien rebeldes a una población del estado de Rakhine. Con estas muertes, ya son 11 los civiles que han perecido en combates entre el Ejército birmano y rebeldes musulmanes. Las violencias han causado la huida de más de 5.000 rohinyás a Bangla Desh.