El Reino Unido pondrá fin al libre movimiento de comunitarios inmediatamente después del "Brexit" e introducirá restricciones para frenar el ingreso de los trabajadores de la UE, con excepción de los altamente cualificados, según las propuestas contenidas en un documento filtrado ayer por el diario "The Guardian".

Entre las propuestas contenidas en el texto se incluye la reducción del número de inmigrantes comunitarios no cualificados o con baja cualificación, a los que se ofrecería permiso de residencia por un máximo de dos años, mientras que a los más cualificados se les ampliaría este permiso hasta tres o cinco años. Los ciudadanos comunitarios estarán obligados a presentar su pasaporte para entrar en Reino Unido y no les bastará con el documento nacional de identidad.

El documento, de 82 folios, ha sido elaborado por el ministerio del Interior, está datado en agosto pasado, y muestra por primera vez la forma en que el Reino Unido aplicará las nuevas medidas sobre inmigración, un asunto altamente delicado.

"Claramente, esto significa que, para ser considerada valiosa para el país en su conjunto, la inmigración debe beneficiar no sólo a los mismos inmigrantes sino también a los actuales residentes", señala el informe.

Tras conocerse la filtración, el ministro de Defensa, Michael Fallon, dijo a la BBC que el Reino Unido no cerrará sus puertas a los inmigrantes comunitarios tras el "Brexit". "No puedo establecer las propuestas todavía, no han sido finalizadas, se está trabajando en ello", dijo Fallon. En todo caso, el documento deja claro que las citadas propuestas tendrán que ser aprobadas por el Gobierno de Theresa May y estarán "sujetas a la negociación con la UE".