El referéndum de independencia convocado por las autoridades de la región autónoma iraquí del Kurdistán ha sido prohibido por el Tribunal Supremo de Irak, que lo considera inconstitucional. Las presiones regionales e internacionales contra la consulta, prevista para el próximo día 25, no han dejado de crecer desde que el 7 de junio la convocó el presidente kurdo, Masud Barzani, con el refrendo del Parlamento regional.

La pasada semana el Parlamento iraquí pidió al Ejecutivo de Bagdad que impida la votación en la región y en las denominadas "áreas en disputa" entre los kurdos iraquíes y el Gobierno de Irak. El Parlamento autorizó al primer ministro, Haidar al Abadi, a tomar "todas las medidas necesarias para mantener la unidad de Irak", que es un Estado federal, según la Constitución de 2005, en la que se reconoce la autonomía kurda.

La Casa Blanca rechazó esta semana la consulta, alegando que distrae los esfuerzos militares para combatir al grupo yihadista Estado Islámico. El rechazo fue anunciado tras una reunión de representantes diplomáticos de EE UU, Reino Unido, Alemania, Francia y la ONU. En el propio Oriente Medio, Irán -aliado del gobierno chií de Bagdad- anunció ayer que en caso de independencia kurda cerrará las fronteras comunes. Turquía, que teme las ansias independentistas de su propia población kurda, celebró ayer maniobras militares junto a la frontera con el Kurdistán iraquí.