El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, y el negociador de la UE para el Brexit, Michel Barnier, confirmaron ayer que el diálogo con Londres sobre el "Brexit" se encuentra estancado. Al no haberse conseguido los avances necesarios, añadieron, la UE no podrá pasar este mes de octubre a la segunda fase de las negociaciones, con lo que no se podrá atender el deseo de Londres de explorar el marco de las relaciones bilaterales tras la separación. La salida de Reino Unido está prevista para marzo de 2019.

"No hemos dado aún todos los pasos necesarios para emprender con confianza la segunda fase de las negociaciones", explicó Barnier, quien reconoció "preocupación" por la falta de claridad en la posición de Londres sobre los derechos de los ciudadanos y el papel del Tribunal de Justicia de la Unión Europea a la hora de garantizarlos.

En paralelo, el pleno de la Eurocámara pidió que, si no se da un "gran avance" en la ronda de negociación del Brexit prevista para la próxima semana, la UE opte por aplazar sin fecha el paso a la segunda fase. La resolución fue adoptada por una amplia mayoría de 557 a favor, 92 en contra y 29 abstenciones.

El texto fue pactado por los cinco grandes eurogrupos (Partido Popular Europeo, Socialistas y Demócratas, Liberales, Izquierda Unitaria y Verdes) y toma nota del buen tono del reciente discurso de la primera ministra británica, Theresa May, pero lo considera insuficiente.

Así, los eurodiputados instan a la "premier" a "trasladar a cambios tangibles" las líneas de negociación que expuso en su alocución de Florencia (Italia), que, señalaron los legisladores en un debate previo al voto, no se han traducido en propuestas concretas sobre la mesa de negociación.

May dijo que el Reino Unido asumiría sus compromisos presupuestarios con la UE, establecidos en el programa que finaliza en 2020, y abogó por pactar un periodo de transición, que conceda tiempo para trasladar a las legislaciones los acuerdos del "Brexit".