La dimisión de la ministra británica de Cooperación Internacional, Priti Patel, agrava la crisis en el Gobierno de Theresa May. Patel, que presentó su renuncia tras saberse que celebró reuniones secretas con altos cargos del Gobierno israelí, es la segunda baja en el gabinete de May en una semana, después de la dimisión del titular de Defensa, Michael Fallon, salpicado por acusaciones de acoso sexual. Para colmo de males, el primer secretario de Estado, Damian Green, está siendo investigado por el hallazgo de supuestos contenidos pornográficos "extremos" en el ordenador de su oficina.

A Patel la sustituye Penny Mordaunt, una diputada "tory" poco conocida hasta ahora que, al igual que su antecesora, es partidaria del "Brexit".

Durante unas vacaciones familiares en agosto pasado, Patel se reunió con varios altos cargos israelíes e, incluso, con el primer ministro, Benjamin Netanyahu, además de visitar los Altos del Golán, un territorio ocupado desde 1967 cuyo control por Israel Londres no reconoce. Patel pretendía que May apoyara las operaciones humanitarias del Ejército hebreo en el Golán.