Marruecos ha ingresado en el club de países con satélites de espionaje propios, tras lanzar, el pasado día 8, el "Mohamed VI-A", construido por el consorcio europeo Airbus y negociado con Francia en secreto en 2013. El lanzamiento se completará en 2018 con una segunda unidad. El programa tiene un coste de 500 millones de euros.

El satélite está destinado a la lucha contra el terrorismo, la inmigración ilegal y la piratería marítima. Analistas militares españoles estiman que el ingenio disminuye la brecha tecnológica entre los dos países, elemento clave de disuasión. España tiene acceso al satélite europeo "Helios", compartido con Francia, Bélgica, Italia y Grecia, pero sólo participa con un 2,5% en el proyecto, lo que le da derecho a esa proporción de imágenes.