El primer ministro libanés dimisionario Saad Hariri insistió ayer en El Cairo, adonde llegó proveniente de Francia, que no hablará de política hasta que llegue hoy al Líbano. "Mi postura política, como dije en París, será en el Líbano. No voy a hablar de política", dijo Hariri en una breve declaración tras verse con el presidente egipcio, Abdelfatah al Sisi. Hariri agradeció a Egipto y a su presidente su apoyo al Líbano y a su estabilidad.

Según la agencia oficial de noticias MENA, Hariri mantuvo "un diálogo largo con Al Sisi basado en la necesidad de que el Líbano se mantenga alejado de las políticas regionales", clara alusión a la presencia del partido-milicia chií Hezbolá en Siria, Irak y Yemen.

Hariri anunció su dimisión el pasado día 4 cuando se encontraba en Arabia Saudí, lo que desató una crisis política en Líbano, donde varias fuerzas acusan a Riad de haberle forzado a renunciar a su cargo y de haberlo retenido contra su voluntad.

La presidencia egipcia informó de que Al Sisi mantuvo una conversación telefónica con su homólogo libanés, Michel Aoun, sobre la manera de mejorar las relaciones bilaterales y subrayó la importancia de preservar la estabilidad del Líbano. Hariri, quien viajó de Arabia Saudí a Francia el sábado pasado, tiene previsto regresar asistir hoy en Beirut a las conmemoraciones de la fiesta nacional y reunirse con Aoun para anunciar si retira su dimisión o la mantiene.