El repunte de la violencia vinculada al narcotráfico constatado en México en 2016 prosiguió en 2017, tal y como muestran las cifras difundidas por el Gobierno del país. Un total de 25.339 asesinatos se registraron el pasado año, superando con mucho los 22.409 de 2011, que hasta ahora era el año más sangriento desde que en el de 1997 se puso en marcha el registro de homicidios dolosos.

Las víctimas mortales de hechos violentos vinculados al narcotráfico y su combate ascienden a 200.000 desde que, en diciembre de 2006, el presidente Calderón lanzó un polémico operativo militar antidrogas que no ha hecho sino disparar unas cifras a las que hay que sumar un total de 30.000 desaparecidos.