El río Sena, que se ha desbordado tras días de incesantes lluvias en París, seguirá creciendo este fin de semana, lo que ha movilizado a las autoridades, aunque el nivel no será finalmente tan espectacular como se esperaba.

El nivel del río podría alcanzar en este fin de semana entre 5,80 a 6 metros sobre su nivel de referencia, acercándose a la excepcional crecida de junio de 2016 (6,10 metros), la peor en los últimos 30 años, dijo a la AFP François Duquesne, director del centro nacional de prevención de inundaciones.

La inquietud era a causa de un nuevo frente lluvioso, que finalmente no parece que vaya a alimentar significativamente los sobrecargados caudales. "Nos sentimos tranquilizados [esas lluvias] van a mantener el nivel de agua, pero no a incrementarlo", explicó Duquesne.

En la aglomeración parisina, cerca de 400 personas ya han tenido que ser evacuadas, sobre todo en los suburbios del sureste, y 1.000 hogares permanecían el viernes sin servicio eléctrico. Para tristeza de los turistas, los barcos que cruzan el Sena y los canales del noreste de París estaban paralizados, a la espera de que las aguas bajen.

Como medida preventiva, el nivel inferior del departamento de Artes del Islam del museo del Louvre cerró sus puertas, pero la dirección del museo más frecuentado del mundo (8,1 millones de visitantes en 2017) indicó que por el momento no prevé un cierre mayor.

Varios tramos de los muelles que bordean el Sena están bajo el agua desde hace unos días. Partes de la céntrica Ile de la Cité, una de las zonas más turísticas de París con la Catedral de Notre Dame o la Sainte Chapelle, estaban inundadas.

Según el centro de meteorología nacional, el período de diciembre a enero ha sido uno de los más lluviosos desde que comenzaron a recopilarse datos en 1900.

El nivel de precipitaciones se ha multiplicado por dos en algunas regiones de Francia, incluyendo París, donde han caído 183 milímetros de lluvia desde el 1 de diciembre.