Una serie de ataques con explosivos lanzados este fin de semana contra la Policía ha dejado siete muertos y decenas de heridos en el norte de Colombia, en acciones que según indicios oficiales involucran a grupos del narcotráfico.

Ayer, domingo, se conocieron dos nuevos atentados contra comisarías, tras el estallido el sábado de una bomba dentro de una sede policial de Barranquilla, que causó la muerte a cinco agentes y heridas a más de cuarenta personas.