Una reunión de ministros de Exteriores de los países miembros de la UE, celebrada ayer en Sofía, ha puesto de manifiesto la profunda división en las filas comunitarias respecto a la fecha de 2025 barajada por la Comisión Europea para la integración de países balcánicos como Serbia o Montenegro.

Así, Alemania se muestra muy reticente a acelerar los plazos, mientras que países como Bulgaria, Hungría, Polonia. Italia o Austria, consideran urgente la integración para frenar la creciente penetración de Rusia y China en la región. "Acabo de llegar de Serbia y de Kosovo, y la situación en este último país es de una dificultad excepcional. Hablaremos de esto con toda franqueza", afirmó el ministro de Exteriores alemán, Sigmar Gabriel.