Es demasiado pronto para considerar una cumbre con Corea del Norte, a pesar del acercamiento que se ha producido a cuenta de los Juegos Olímpicos de Invierno, afirmó ayer el presidente surcoreano, Moon Jae-in. "Hay grandes esperanzas de organizar una cumbre Norte-Sur, pero creo que es un poco precipitado", añadió el mandatario.

El dictador norcoreano, Kim Jong-un, ha aprovechado los Juegos de Invierno para lanzar una operación de acercamiento a Seúl y envió a Pyeongchang a su hermana Kim Yo Jong, la primera integrante de la dinastía comunista que pisa suelo surcoreano desde el final de la guerra.

El pasado sábado, Kim Yo Jong transmitió oficialmente una invitación del líder norcoreano al presidente surcoreano para viajar a Pyongyang. Según los analistas, la estrategia de acercamiento del régimen busca perturbar las relaciones entre Seúl y Washington y debilitar la determinación de la comunidad internacional.