Al menos 250 personas han muerto desde el domingo por la noche como consecuencia de los bombardeos lanzados por las fuerzas leales al régimen de Bachar al Asad en Siria sobre la zona de Guta Oriental, situada a las afueras de Damasco, lo que implica un nivel inédito de muertes desde el ataque químico de 2013.

La cifra, revelada por el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, incluye el fallecimiento de al menos 106 personas solo este martes, lo que eleva el total de víctimas mortales en las últimas 48 horas a unas 250.

Unas 400.000 personas permanecen atrapadas en Guta Oriental y el enviado especial de la ONU para la guerra, Staffan de Mistura, teme que el asedio pueda convertirse en "un segundo Alepo", en alusión a la batalla librada a finales de 2016 por la segunda mayor ciudad del país.

El Observatorio, con sede en Londres pero fuente sobre el terreno, ha asegurado que la zona no registraba un número tan alto de víctimas en un plazo de 48 horas desde que cientos de personas perdieron la vida en 2013 debido a un ataque con armas químicas.