Entregar armas a los profesores de los colegios para evitar ataques como el que recientemente dejó diecisiete muertos en un colegio de Florida es una medida de gran capacidad disuasoria y "barata". Con estos argumentos, el presidente estadounidense, Donald Trump, amplió ayer su defensa de proporcionar armamento de los encargados de la formación de los alumnos.

"Los Educadores Armados, y la gente de confianza que trabaja en los colegios, aman a vuestros estudiantes y les protegerán. Debería haber un responsable de armas de fuego y contar con formación anual. Debería cobrar un extra anual", escribió Trump ayer en su cuenta en Twitter. Con ese tipo de precauciones "no habría más tiroteos" por tratarse de una medida "disuasoria enorme y muy barata". La decisión final al respecto "depende de los estados", asume el presidente.

El 14 de febrero Nikolas Cruz, de 19 años, utilizó un rifle de asalto semiautomático AR-15 para matar a diecisiete personas en el Colegio Secundario Stoneman Douglas de Parkland, Florida. Cruz fue estudiante del centro educativo y había sido expulsado en 2017 por una falta de conducta. La tragedia abrió una profunda polémica en la sociedad estadounidense sobre el endurecimiento de la normativa de control de armas. El propio Trump anunció que propondrá la prohibición de la venta de armas a menores de 21 años y asegura que la Asociación Nacional del Rifle apoyará la iniciativa.