El Comité Central del Partido Comunista de China ha puesto hoy sobre la mesa la posibilidad de eliminar el límite de dos mandatos consecutivos que la Constitución impone a la figura del presidente, Xi Jinping; una propuesta que se añade a la de incluir el pensamiento político del mandatario en la Carta Magna: dos indicios que apuntan a una apuesta por reforzar todavía más, si eso es posible, su ascendencia en la política y el futuro del país.

El comité ha propuesto, concretamente, la eliminación de la cláusula que aborda específicamente la limitación de mandato, y es una idea que se discutirá en el pleno de tres días que comienza a partir de mañana.

La Constitución actual exige a Xi, de 64 años, que renuncie a la Presidencia después de dos períodos de cinco años. Al acercarse el final de su primer mandato, será elegido formalmente para un segundo puesto en la reunión anual del Parlamento -- un organismo completamente supeditado a los designios del Comité Central -- que comenzará el 5 de marzo.

No hay límite en su mandato como jefe del partido y comandante de las Fuerzas Armadas, aunque la norma es un plazo máximo de 10 años, coincidiendo con los términos de la Presidencia. Xi comenzó su segundo mandato en estos cargos el pasado mes de octubre

Para el historiador y comentarista político Zhang Lifan las noticias no son inesperadas pero ratifican el momento de incertidumbre política que van a generar. "En teoría, podría servir más tiempo que Mugabe, pero en realidad, nadie está seguro de lo que sucederá", ha declarado el experto, refiriéndose al ex presidente de Zimbabue que se ha pasado cuatro décadas en el cargo hasta su expulsón.

La sección de comentarios en las páginas de los principales medios de comunicación estatales como el Diario del Pueblo está dominada por los comentarios positivos pero en Weibo, el equivalente chino de Twitter, la opinión está más dividida.

"Si dos mandatos no son suficientes, que añadan un tercero. Pero debe haber un límite. Deshacerse de él no es bueno", escribió un usuario.

Expertos políticos chinos han dejado de separar la figura del presidente de China y la del secretario general del partido comunista. "Lo que importa es si mantiene el poder", ha declarado Zhang Ming, profesor de ciencias políticas en la Universidad Renmin de China en Pekín.

"Los títulos", ha añadido, "no importan tanto en China como lo hacen en Occidente. Aquí lo que importa es si uno es el emperador, y el pueblo chino reconoce a Xi Jinping como tal".

Incorporación ideológica

El Partido Comunista también ha solicitado la incorporación a la Constitución del pensamiento del presidente. "Los chinos de todas las nacionalidades seguirán adheridos a la dictadura de una democracia popular y al camino socialista", reflejan el escrito de Xi, titulado "Perspectiva científica sobre el Desarrollo, publicado por la agencia oficial de noticias china Xinhua.

Los ciudadanos chinos "perseverarán en la reforma y apertura al mundo exterior, mejorarán constantemente las instituciones socialistas y desarrollarán la economía de mercado socialista", añade el texto recogido por la agencia oficial de noticias Xinhua.

Y el pueblo chino, culmina el presidente, "promoverá el desarrollo coordinado político, cultural, ético y social, para convertir a China en un gran país socialista moderno que sea próspero, fuerte, democrático, culturalmente avanzado, armonioso y bello".