La primera ministra británica, Theresa May, ha sostenido este miércoles que acordar una nueva unión aduanera con la UE tras el Brexit sería una traición al referéndum de 2016, contestando así a los planes del Partido Laborista en este sentido.

Ante el Parlamento británico, May ha dicho que su Gobierno quiere sellar un acuerdo con la UE que devuelva a Reino Unido el control sobre sus leyes, fronteras y dinero, y que no lleve a una frontera dura entre Irlanda del Norte e Irlanda.

Por otra parte, May ha señalado que el borrador de texto legal sobre el Brexit presentado este miércoles por la Comisión Europea afectaría al mercado común de Reino Unido y amenazaría su integridad constitucional.

"El borrador de texto legal que la Comisión ha publicado, de aplicarse, minaría el mercado único de Reino Unido y amenazaría la integridad constitucional de Reino Unido al crear una frontera aduanera y regulatoria en el mar de Irlanda", ha sostenido. "Ningún primer ministro británico accedería nunca a ello", ha asegurado.

Existen "divergencias importantes"

El negociador jefe de la Unión Europea para el Brexit, Michel Barnier, ha asegurado este miércoles que existen "divergencias importantes" entre Bruselas y Londres con respecto al periodo de transición que ambas partes quieren negociar para después de la fecha de salida de Reino Unido del bloque comunitario, especialmente en materia de derechos de los ciudadanos.

"Sobre la transición, las discusiones de esta semana confirman, lo quiero decir francamente, que hay divergencias importantes", ha expresado el francés durante la rueda de prensa en la que la Comisión Europea ha presentado un primer borrador legislativo sobre el acuerdo de salida.

Barnier ha citado durante la comparecencia dos de las diferencias más importantes en la negociación del periodo de transición, entre las que se encuentran las distintas opiniones sobre los derechos de los ciudadanos europeos que vivan en Reino Unido.

El negociador de la UE ha señalado que Londres quiere imponer un trato "menos favorable" a aquellos que lleguen a la isla durante el periodo de transición, en comparación con el trato que van a recibir los que ya vivan en Reino Unido antes del 30 de marzo de 2019, la fecha de salida y comienzo del eventual periodo de transición.

"Sigue siendo un tema importante para los Estados miembros y el Parlamento Europeo porque desde nuestro punto de vista todo el acervo de la Unión debe aplicarse durante la transición", ha manifestado el francés.

El otro punto de discrepancia entre ambas partes en el periodo de transición está relacionado con las normas europeas que entrarán en vigor durante el periodo de transición, sobre las que Londres reclama el derecho a no aplicarlas. "Las reglas deben ser las mismas para todos durante ese periodo, no asumiremos ningún riesgo de divergencia", ha apostillado Barnier.Momento clave en las negociaciones

El francés ha hecho estas declaraciones en la rueda de prensa en la que el Ejecutivo comunitario ha presentado un primer borrador del acuerdo de retirada de Reino Unido del club europeo.

El documento presentado este miércoles, compuesto por 168 artículos repartidos en 120 paginas, debe ser ahora negociado por las instituciones europeas antes de presentarse a Reino Unido. Barnier ha subrayado que la publicación de este texto es "un momento clave" de las negociaciones, al tiempo que ha insistido en que para tener "éxito" en las mismas es necesario "acelerar".

El texto también incluye la posición de la Unión Europea con respecto a la frontera entre Irlanda e Irlanda del Norte, uno de los temas más sensibles de las negociaciones. En concreto, Bruselas apuesta por que Irlanda del Norte mantenga una armonización legislativa completa con el bloque comunitario tras el Brexit, con el objetivo de evitar una frontera "dura" en la zona.