El ejército israelí admitió ayer por primera vez que atacó y destruyó en septiembre de 2007 un "reactor nuclear" secreto en Siria, a punto de ser terminado, durante una incursión aérea. "La política de Israel ha sido y sigue siendo coherente: impedir a nuestros enemigos adquirir armas nucleares", afirmó el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu.