La primera ministra británica, Theresa May, depositó ayer una ofrenda floral en el londinense puente de Westminster (en la foto) en memoria de las víctimas del atentado en el que, hace un año, un islamista mató por atropello a cuatro viandantes y acuchilló a un policía antes de ser abatido. El ataque de Westminster fue el primer eslabón de una macabra racha de cuatro atentados en los que, en el curso de tres meses, perdieron la vida 36 personas. "Fue un ataque repulsivo y enfermizo", declaró May en la conmemoración.